jueves, 28 de noviembre de 2019

EL DUELO TRAS UNA RUPTURA


Hoy quiero hablaros sobre las rupturas de pareja, y más concretamente del duelo que necesitamos pasar tras una ruptura.
El duelo, más allá de la imagen mental que todos podemos tener de una persona triste vestida de negro, es un proceso natural que vivimos todas las personas antes o después en nuestra vida y por diversos motivos.
El duelo no es únicamente el proceso en el que te adaptas a la muerte de un ser querido, sino que es un proceso de asimilación y adaptación emocional a la pérdida de algo que valoramos, y por lo tanto se puede extender a la ruptura de una relación, a un cambio de ciudad o a una mudanza a un nuevo hogar, por ejemplo.

Son muchas personas las que acuden a consulta porque llevan varios meses que siguen sintiéndose tristes por una ruptura con su pareja, y ellos mismos, o sus personas cercanas opinan, valoran o creen que “ya deberían estar bien”. Cuando sucede esto en la terapia es donde echo el freno y hago saltar una “alarma de STOP” para explicar lo siguiente:

¿Acaso hay una guía temporal que nos dice cuánto tiempo hay que estar triste tras una pérdida? ¿Son dos meses por una ruptura, tres por el fallecimiento de familiar lejano y seis por familia próxima? ¿Están vetados los duelos por situaciones diferentes a la muerte? ¿Quién decide los sentimientos normativos para cada situación? Todas estas cuestiones tienen una respuesta en común: “NO y NADIE”.

Aceptando que no hay una guía temporal para superar un duelo, ni unos sentimientos concretos, empezamos a aceptar que cada duelo es diferente. No hay dos rupturas iguales, ni te afecta todo de la misma forma según el tipo de pérdida, hay múltiples factores que pueden hacer variar todas las características del duelo.
Kübler-Ross definió unas fases del duelo que son útiles para explicar este proceso, sobre todo si son entendidas como fases que podemos repetir y que incluso pueden presentarse simultáneamente, sin que ello suponga un empeoramiento o un estancamiento en el proceso del duelo saludable.

Estas fases son:
  • Negación: Presenta conductas como ocasiones en las que dejas de hacer planes con otras personas por si tu expareja vuelve, no querer contarle a nadie la ruptura porque piensas que es un error que se solucionará, o esperar el día en el que retomareis la relación.
  • Ira: Profunda rabia hacia la otra persona, hacia uno mismo o incluso contra terceras personas al tratar de buscar culpables.
  • Negociación: Búsqueda de “errores” que tendría que solucionar la persona, o uno mismo, para poder retomar la relación e incluso intentos de cambiar.
  • Depresión: La tristeza profunda que puede acompañar a una ruptura, y estar presente en muchos momentos, pero que poco a poco disminuye, dando paso a la siguiente fase.
  • Aceptación: Asimilación del fin de la relación y comienzo de una “nueva” vida en la que la antigua relación no tiene espacio.

Estas fases pueden aparecer independientes, juntas o repetirse, no es necesario que sigan un orden concreto o que sean lineales.

 Existen personas que se quedan muy atascadas en una fase concreta y pasan por otras más por encima, por todo ello cada persona necesita una valoración y unas estrategias diferentes para superar su duelo tras una ruptura.
El primer paso es respetar los tiempos que cada persona va necesitando, sin presionarse por estar bien.




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