jueves, 16 de enero de 2020

QUEJAS COMO FORMA DE VIDA


Son muchas las personas que en su día a día se quejan constantemente. De hecho, reducir estas quejas forma parte de los objetivos anuales de muchos de nosotros.

Estos lamentos con frecuencia no hacen referencia a problemas graves ni a molestias constantes, incluso muchas veces no van acompañadas de un malestar significativo.

¿Cuántas veces has escuchado o dicho: “que cansado estoy”, “que frío hace” …?, cuando valorándolo desde otra perspectiva, este no es un problema real o que necesite mayor atención.
Todas estas quejas van acompañadas de un problema, y es que nos hacen más infelices, tenemos el foco constantemente puesto en aquello que nos genera malestar o incomodidad, sin prestar atención a todas las situaciones que sí nos aportan placer o nos pueden hacer felices.

Estas quejas cumplen la función de amortiguar el malestar o minimizar la frustración. Y aunque inicialmente esta función parecen cumplirla, a largo plazo representan un problema.

El poder compartir nuestras quejas con otras personas nos puede hacer sentir apoyados, aunque en realidad únicamente conseguimos reforzar este patrón, y mantenerlo en el tiempo, como una forma de vida.

Ante los problemas que nos hacen sentir mal, la queja no es ninguna solución, aceptando en cambio que muchas cosas no van por el camino que nos gustaría, e iniciando acciones para aliviar este malestar es donde empezaremos a notar los cambios.

Cuando mis pacientes se enfrentan a un problema que les frustra, siempre hago la primera pregunta: ¿ahora mismo tiene solución?, si la respuesta es sí, busco una movilización para lograr resolver esa situación frustrante. Dividiendo el problema en objetivos realistas y a corto- medio plazo. Si la respuesta es no, lo primero que necesito lograr es la aceptación del problema, ya que no está en su mano resolverlo.



Por último y a modo de reflexión, todas estas quejas nos están impidiendo disfrutar de muchas cosas positivas que nos pueden estar pasando. Te propongo algo… cada vez que verbalices una queja en esta próxima semana, acompáñala de algo positivo que te esté pasando en el día, por pequeño que sea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿POR QUÉ NO DECIRNOS COSAS BUENAS?

  ¿POR QUÉ NO DECIRNOS COSAS BUENAS? Son muchas las veces que mis pacientes vienen a consulta y, cuando les pregunto por algo que valoren de...